viernes, 5 de julio de 2013

Retomar políticas demográficas

Proyecciones de la ONU apuntan a 9,600 millones de humanos habitando el planeta hacia el año 2050, y a 11,000 millones en 2100. Hoy somos 7,200 millones y acaparamos más de la mitad de la Productividad Primaria Biológica Neta de la tierra. A finales del siglo conculcaríamos la totalidad, no sólo por volumen demográfico sino por patrones de consumo de mayor huella ecológica. Habremos borrado casi cualquier espacio biológicamente productivo disponible para otras especies y ecosistemas naturales. Aun suponiendo que estas tendencias fuesen ecológicamente sostenibles (que no lo son, desde luego), el escenario sería uno de extrema vulnerabilidad, tensiones y conflicto, más todavía, ante el calentamiento global. Las concentraciones de CO2 en la atmósfera alcanzarán 500 partes por millón, algo no registrado en la tierra en los últimos 4 millones de años. En consecuencia,  las temperaturas promedio  habrán aumentado entre 3 y 5 grados centígrados, lo que hará realidad riesgos extremos para la vida en el planeta, tal como la conocemos.
Insertadas en este escenario, proyecciones demográficas globales lanzan señales inequívocas de alarma. Las tasas de fecundidad (número de hijos por mujer) se resisten a descender en muchos países y regiones, e incluso aumentan contradiciendo pronósticos previos.  Se trata de regiones o países  pobres, fundamentalmente campesinos y poco urbanizados, y/o donde las mujeres carecen de derechos elementales. Algunos ejemplos: en Afganistán las tasas de fecundidad se han incrementado a 6.3; en Sudan, a 5.4; en Etiopía, a 5.3. En la mayor parte de los países de África al sur del Sahara las tasas de fecundidad oscilan entre 6 y 7; en Guatemala, son de 4; en Honduras  de 3. La población de Nigeria se quintuplicará de 184 hoy a 914 millones de habitantes en 2100. La población ribereña del Nilo (Egipto y Etiopía) se duplicará, llegando a 380 millones de personas, así como la de nuestro vecino (Guatemala) que pasará de 14 a 28 millones de habitantes.
En México, la población se multiplicó por dos en los últimos 40 años; hoy somos 118 millones de habitantes, aunque la fertilidad se ha reducido notablemente desde la mitad del siglo pasado; de 6 a 2.3. Las causas han sido la integración de las mujeres al sistema educativo y al mercado laboral, la migración rural-urbana y la urbanización,  el aumento en los ingresos y oportunidades, una mayor cobertura de seguridad social, y no menos importante, eficaces políticas demográficas impulsadas en la década de 1970 por el gobierno de Luis Echeverría,  después abandonadas. Algunas han perdido inercia en los últimos años, y otras, probablemente, se han estancado, por lo que ha sido necesario revisar las proyecciones de población al alza.  Hacia la mitad del siglo seremos 151 millones de mexicanos.
La fecundidad se comporta de manera regionalmente diferenciada; es mayor en estados con alta proporción de población campesina y pobreza. En el DF la tasa de fecundidad es de 1.8, en Baja California Sur de 2.0, en Baja California de 2.1, y en Nuevo León también de 2.1,  números  por debajo o en torno a los parámetros de reemplazo demográfico. Sin embargo, la tasa de fecundidad en Chiapas es de 2.7 al igual que en Guerrero, y en Oaxaca de 2.6. De hecho, la población de Chiapas casi se duplicará hacia el 2030 llegando a 6.2 millones de habitantes. Son los estados más pobres y atrasados, con gran fragilidad ecológica y altas proporciones de población campesina. También, se cuentan entre los más vulnerables al cambio climático.
¿Seguiremos sin política demográfica?


1 comentario:

  1. Que pendejada de articulo, ya no la fume si no la controla :S

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